Vega vino hace unos días al estudio para un reportaje de recién nacida y nos alegró la mañana y el día completo. Todo un reto porque lo que más le apetecía era estar en brazos de mamá.
Conseguimos unas fotos maravillosas que nos emocionaron a todos los que estábamos presentes.
Tumbada en el tronquito y abrigada con un saquito cubierta de hojas, daban ganas de llevársela a casa.
Despierta o dormida estaba preciosa.
Sin duda un reportaje muy especial que tanto nosotros como los padres y la abuela amorosa, que tanto nos ayudaron, no olvidarán.