Hoy os vamos a dejar con una divertida receta de plátanos tatuados.
Es una original forma de que los niños se sorprendan al ver que el plátano que van a comer tenga un dibujo, o incluso su nombre.
Es muy fácil de hacer, tan sólo necesitáis dibujar en un papel lo que queréis pintar, y sujetar ese papel con celofán al plátano. Luego con un alfiler o cualquier otra herramienta puntiaguda ir haciendo agujeritos en la totalidad del dibujo sin traspasar a la pulpa del plátano, sólo en la piel.
De esta forma pasados unos minutos esa piel se oxidará y mostrará claramente el dibujo que hemos realizado, manteniéndose intacto el plátano.
Cuántos más puntitos hagáis y más cercanos sean, el negro será más intenso.
¡Seguro que los peques se quedarán perplejos!
Vía: Pequeocio