Como septiembre está a la vuelta de la esquina y muchos de vosotros apuntaréis a vuestros peques a cursos de natación o matronatación, os proponemos una actividad muy divertida que hará que tengáis un recuerdo único.
Tan sólo necesitáis una cámara sumergible de las que todavía encontraremos con carrete en las tiendas de fotografía, y llevarla a la piscina para captar unos momentos únicos de vuestros hijos bajo el agua.
Lo ideal sería que ese día fuerais acompañados, así mientras uno sujeta al peque y lo sumerge bajo el agua, el otro puede hacer las fotografías.
Captaréis unos momentos muy divertidos y serán un bonito recuerdo de sus primeros chapuzones.
Fotografía: Phil Shaw / Barcroft Media